viernes, 23 de agosto de 2013

REFLEXIONES SOBRE AJEDREZ Y ENSEÑANZA.....¿EN QUÉ GRUPO SE UBICA TU PUPILO?





En este artículo se pretende hacer una reflexión sobre el entrenamiento de jóvenes valores en ajedrez, sin que opiniones y textos incluidos de otros autores signifiquen que sean del todo afines a lo que piensa quien escribe estas líneas. Teniendo en cuenta esto,  sobre la enseñanza en ajedrez he llegado a la conclusión de que puede tener diversos enfoques, como diversos intereses pueden haber en que un niño aprenda a jugar y desarrollar las técnicas de nuestro antiguo juego-ciencia.


 El ajedrez como instrumento valioso en la educación y como competición coexisten.

En mi opinión  establecería tres grupos de alumnos (aunque sé que sobre esto pueden haber muchas ideas y clasificaciones distintas), sin que ninguno de ellos sea más o menos importante que el otro.

Por un lado, los niños que demuestran interés en el ajedrez y quieren acercarse a él como a otras actividades deportivas en la escuela, sin ir más lejos de la pura diversión y entretenimiento. En este caso el ajedrez le puede aportar algo distinto, pues aún siendo un modo más de relacionarse y hacer amigos de forma entretenida tiene contrastados efectos en el desarrollo intelectual del alumno.

 Otro grupo sería el de los alumnos que muestran más interés y desean adentrarse y permanecer en el mundo de la competición. Si bien, como sucede y me han comentado algunos padres, desde un punto de vista muy respetable, sólo con el interés de relacionarse y que este desarrollo intelectual de su pupilo sea aún mayor, no tratando de hacer carrera a través del ajedrez  (para el que escribe el ajedrez siempre debe estar después de “los estudios”, esto me parece obvio). En todo caso, si el niño desea dedicarle  cada vez más tiempo es porque surge de forma natural en él.

Finalmente, un tercer grupo, donde los jóvenes ajedrecistas parecen querer más de este deporte y estudian (o eso deben hacer) y compiten con ganas de saber donde están sus límites, y si lo hacen debería ser porque sienten auténtica pasión por el ajedrez.
En este sentido, y para este último grupo, el siguiente artículo (del que pongo su enlace y resumo) puede ser una orientación para algunos padres (y también por que no, a nosotros los entrenadores) que desean que sus hijos adquieran titulación en ajedrezEn resumen viene a decir, “si el joven no tiene pasión por el juego no hay inyección de conocimientos mágica”, y saber que siempre hay otros grupos de jugadores y aficionados que practican ajedrez sin que por ende esto signifique fracasar. No es la primera vez que un tutor al ver que su hijo no triunfa quiere retirarlo de esa actividad, lo cual no me parece nada razonable. Más bien se debería intentar generar pasión por lo que se practica, así como aleccionar el esfuerzo en el joven.




 El joven G.M estadounidense Ray Robson

En los siguientes párrafos coloreados en azul escribe el MI Greg Shahade sobre “Chess Child“ un libro de Gary Robson sobre la experiencia de su hijo Ray Robson, un joven Gran Maestro estadounidense.

 Si usted quiere ayudar a su niño a alcanzar su potencial ajedrecístico, he aquí algunos consejos:
 Tan pronto como sea posible, usted debe enseñar y/o guiarlos en cómo estudiar por su cuenta.
Si tiene que forzarlo a estudiar, entonces es probable que el niño no va a ser un gran jugador. Un buen signo es cuando ellos quieran hacerlo todo por su cuenta, e incluso a veces tienes que apartarlo del estudio
Un entrenador es muy útil para el desarrollo ajedrecístico del niño, pero es secundario para insuflar buenos hábitos de estudio. Un entrenador puede ayudar a un niño que raramente estudia ajedrez por su cuenta, pero es muy improbable que ese niño se convierta en un grande del ajedrez. (y cuando digo grande, me refiero a Gran Maestro)

Conclusiones:

Si usted ve que su niño está estudiando constantemente por su cuenta sin ningún tipo de empujón, esto es una buena señal. Probablemente significa que tiene gran potencial.
Si usted no ve a su niño estudiando por sí solo, probablemente significa que su potencial es limitado. Las buenas noticias es que todavía puede convertirse en muy buen jugador si tiene la suerte de poseer la combinación de talento ajedrecístico puro (visión del tablero, buena memoria, etc.) pero probablemente no será uno de los mejores jugadores del país.
Ningún entrenador puede hacer a un niño un gran jugador. Esto es casi universal, a no ser que el entrenador encuentre la manera de hacer que el niño estudie por su cuenta. Si el chico ya estudia como un maniático, un buen entrenador puede ser el empujón extra que este necesita para convertirse en un gran jugador. No obstante, en casi todos los casos, lo más importante el que el niño estudie por su cuenta de manera inteligente, la mayor cantidad de horas posibles al día.

 “Ray tenía un bulto de libros para leer en su lugar de la mesa, y los leía durante el desayuno y la comida. Tenía otra pila de libros debajo del tablero que siempre tenía armado en la mesa de la sala de la casa. Tenía libros de ajedrez sobre la mesita de noche, al lado de su cama, para leer antes de dormir y antes de levantarse. Tenía libros en su mochila para leer en los quince minutos que duraba el trayecto hasta la escuela.”

Puedes ver el artículo completo en el siguiente enlace de "Ajedrez de entrenamiento"





La familia Polgar.

 Al genial Kamsky le ha sobrado pasión por el ajedrez
más bien pudo echar en falta comprensión de su tutor


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