Capablanca-Steiner
Son diversos los recursos que un
maestro de ajedrez puede emplear en el aula para hacer más entretenidas sus clases, uno de ellos es el de realizar un
“Ajedrez Viviente”. En esta modalidad de juego son los mismos alumnos los
protagonistas de la batalla ajedrecística, sustituyendo a las propias piezas
del ajedrez. Para llevar a cabo esta actividad sólo necesitamos un número
mínimo de alumnos, es por ello que no es necesario disponer de 32 participantes y hacer una partida entera,
simplemente basta con explicar una
combinación ganadora o una técnica concreta y hacerlo ver a través del tablero
viviente. Como suele suceder con las
técnicas novedosas de entretenimiento, este recurso no debe emplearse de forma
continua para que de esta manera su uso no deje de cumplir esa función festiva
y novedosa. Posteriormente, en la parte final de este artículo, les comentaré
una anécdota muy simpática acaecida en mis clases utilizando la partida
viviente entre los alumnos de la promoción deportiva de Breña Baja.
La historia del ajedrez es
esencialmente fascinante y un apartado
muy especial lo constituyen las partidas de ajedrez vivientes.
Para estar bien informado sobre ello os recomendamos el siguiente
artículo muy bien fundamentado que he encontrado en internet http://librodenotas.com/viajealajedrez/21615/una-partida-viviente.