miércoles, 4 de febrero de 2015

Tiempo de despedidas, la vida como una partida de ajedrez

El juego del ajedrez sigue y la vida también.
Enrique
Siete escalones, como siete cuadros le quedan a una torre para estar al otro lado de la tabla. Los bajamos y listo, ya estamos en la Avenida del Puente. Él me guía, un golden blanco de casi tres años, cada vez nos vamos compenetrando más, como dos buenos amigos a los que las circunstancias les obligan a entenderse. Siete minutos hemos tardado hasta llegar al paso de peatón junto a la farmacia, lo cruzamos en línea recta, nada de hacerlo en diagonal como un alfil, ya que se me mal educa el perro, para los invidentes la línea geométrica más corta entre dos puntos es la recta, nos va la vida en ello.