La concentración es la capacidad
que tenemos para dirigir nuestra atención hacia la tarea que estamos desarrollando (en
nuestro caso, disputar una partida de ajedrez) de manera que podemos mantenernos ajenos a todo aquello que “esté fuera” y que no requiera nuestra atención para
desarrollarla.
La concentración se puede
entrenar siguiendo un plan de entrenamiento específico. En la psicología
deportiva se usan varias técnicas que sirven para afrontar todo tipo de
amenazas internas y externas. Si bien como sabemos, el ajedrez es una modalidad
deportiva especialmente ligada a la concentración, de tal modo que su práctica
es recomendada para fortalecer la concentración en otros deportes. Como este
aspecto precisamente no nos sirve a los ajedrecistas, he decidido distinguir
las técnicas en común que podemos utilizar y que son válidas para todos
los deportes en general y las técnicas
específicas del ajedrecista.
ANÉCDOTA DEL GENIAL MAESTRO DAVID BRONSTEIN ( La partida de ajedrez requiere toda tu energía y concentración, mejor es estar plenamente involucrado que no pensando en temas externos a la partida).
En una ocasión, Bronstein tardó 40 minutos en mover su
primer pieza y luego ganó la partida, ¡un fenómeno! Cuando le preguntaron por
qué, respondió mirando fijamente al tablero: "Estaba pensando donde había
puesto las llaves de mi casa". Moraleja, hasta que Bronstein no se sintió preparado y solucionó su problema externo no realizó su primer movimiento.
TÉCNICAS ESPECÍFICAS PARA EL AJEDRECISTA
Antes de la competición:
A)
Resolución de posiciones, no sólo de carácter táctico,
sino también estratégico, debiendo hacerse con una limitación de tiempo
determinada, según la dificultad de los problemas. Pueden ser interesantes las
posiciones para elegir planes o que no contengan desenlaces inmediatos ya que
son las más que se presentan en la partida. De esta forma combatimos “la
dispersión”” del pensamiento, que puede manifestarse en el análisis de variantes innecesarias. Pero
además nos puede ayudar a aprender a resolver las partidas ventajosas de la forma
adecuada, evitando “transferencias de tensión” y por ende desenlaces desventajosos.
B)
Práctica del Ajedrez a la Ciega, lo cual nos ayuda a
mejorar la atención en lo referente a su inestabilidad. De esta forma debemos
estar verificando mentalmente las posiciones y colocación de las piezas, así
como las variantes que calculamos.
C)
Práctica del Ajedrez Rápido (con la moderación
necesaria), que nos permite combatir la estrechez de atención (obsesionarnos
con una idea) y adaptarnos a situaciones cambiantes. El ajedrecista debe estar
preparado para esperar lo inesperado.
D)
Práctica de partidas simultáneas con tiempo. Esto nos
permite también la mejora en la capacidad de atención.
Práctica de técnicas de relajación (antes y durante las competiciones).
Podrá producir los siguientes beneficios fisiológicos.
-
Relajación muscular general.
-
Reducción en la conductancia electrodérmica.
-
Disminución de la motilidad gástrica.
-
Aumento de la temperatura periférica.
-
Reducción de la tasa cardiaca.
-Efectos de
tranquilización general (no sólo física).
Autoanálisis del estado psicológico justo
antes de competir.
Estas
prácticas también podrían servir para más deportes individuales.
a)
Consideración del estado anímico. Búsqueda del
equilibrio entre la confianza en la victoria y el estado contrario. Más bien se
debe estar preparado para la lucha.
b)
Control de la tensión nerviosa. Si es escasa, tendremos
que motivarnos para la partida. Si es excesiva, localizar los pensamientos
causantes y relativizar la importancia de la partida.
c)
Prepararse para jugar y disfrutar de la lucha y la
partida, no obsesionarse con la victoria, si bien a sabiendas de que es lo que
más nos interesa.
d)
Saber a quien nos vamos a enfrentar, tanto si se trata
de un reto de gran dificultad (buscar puntos débiles y confiar en nuestra
capacidad de dar el 100%) o de un jugador de similar nivel o inferior (en este
último caso buscar la no infravaloración).
e)
Recordar cuales son nuestros aspectos o hábitos de
pensamientos no positivos que debemos combatir, por si aparecen durante la partida.
Técnicas específicas del ajedrecista
durante la competición (la partida)
a)
Búsqueda de diferentes perspectivas. No centrase en la
monotonía del cálculo de las mismas ideas. De esta forma, podemos pensar en aspectos duraderos de la
posición, como los posibles finales (estructura de peones). También establecer
diálogos con las piezas.
b)
Ver la posición con la perspectiva del rival. Ponerse
en su situación. Desconectar literalmente el pensamiento para volver a imbuirse
en la partida. Se puede hacer frente al tablero o permitirse un descanso para
rebajar la tensión. El paseo podría ser un ejemplo de lo anterior, si que
lleguemos a la desconexión total.
c)
Dosificar el esfuerzo, guardar el equilibrio en
posiciones en las que el adversario tiene muchas alternativas interesantes,
para desarrollar nuestra energía en momentos clave.
d)
Control de la respiración en caso de gran tensión, utilización de la
“técnica de respiración profunda”.
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